Sentenciado por abuso sexual de una mujer, que luego fue víctima de femicidio
BOLETÍN DE PRENSA FGE Nº 373-DC-2021
Rumiñahui (Pichincha), 19 de abril de 2021.- Fiscalía demostró la culpabilidad de Raúl Clemente V. V. como autor del delito de abuso sexual. Su sentencia condenatoria es de 3 años de privación de libertad.
El juicio, sustentado a través de procedimiento directo, concluyó el jueves 15 de abril de 2021, en la Unidad Judicial de Garantías Penales del cantón Rumiñahui.
La fiscal especializada en delitos de Violencia de Género, Silvana Garrido, respaldó la acusación con la presentación de más de ocho pruebas. Los testimonios de las hermanas, de la madre y del padrastro de la víctima, así como la pericia de entorno social, fueron relevantes para resolver la situación jurídica del procesado.
Reconoció al abusador antes de morir
Doris G. tenía 25 años cuando, con varias puñaladas, su conviviente le habría quitado la vida. Horas antes, la noche del 27 de febrero de 2020, la pareja libaba con Raúl Clemente V. V. (sentenciado en este caso), a quien la familia de Doris conocía desde hace veinte años. Las hermanas de Doris se retiraron a sus cuartos y se quedaron los tres a terminar la noche.
En la mañana, una de las hermanas de Doris salía con sus hijos para la escuela y vio que su cuñado, junto a Raúl Clemente, salía de la vivienda y que ambos tenían manchas de sangre en la ropa.
“¿Qué sucedió?”, preguntó la mujer. Pero no respondieron, al contrario, le pidieron agua caliente para lavarse. Ella pensó que –como se quedaron bebiendo en la noche– hubo alguna pelea. Además, había botellas regadas en el lugar.
Al regresar de la escuela, vio que el conviviente se iba por un camino y Raúl Clemente partía en una camioneta. Entró a la casa de su hermana y la vio acostada y tapada en la cama, pensó que dormía.
Al acercarse, Doris le pidió ayuda: estaba agonizando por las heridas de arma blanca y le dijo a su hermana que “Raúl Clemente me estaba abusando y viendo eso, Montesdeoca (su conviviente) me apuñaló y me quemó la vagina”.
Llamaron al 9-1-1 y durante el traslado, le dijo lo mismo a su otra hermana. Doris murió. Este fue el relato de las hermanas durante la audiencia de juzgamiento.
Otra testigo de Fiscalía, una doctora que atendió a Raúl Clemente en el hospital de Machachi, manifestó que el procesado le dijo que ocho personas lo asaltaron en la vía a Píntag. Lo mismo le dijo al policía que acudió a dicha casa de salud, alertado por los galenos de las heridas que tenía el ahora sentenciado.
Este relato se contradice a lo que Raúl Clemente le dijo a la perito de Fiscalía, ante la cual afirmó que estaba tomando con “Montesdeoca” y sin motivo lo apuñaló.
La madre de Doris afirmó ante el Juez, durante su testimonio, que Raúl Clemente solía tocar las piernas y caderas de sus hijas cuando tomaba, y también decirles que él tenía dinero “hasta para pagarles la risa”.
El padrastro, por su parte, indicó que el día de los hechos los vio tomando y que “este hombre ya le tocó la cadera y las piernas a Doris, y ella le dijo que no la moleste, que siempre le quiere tocar”.
El abogado de la defensa, en su teoría del caso, afirmó que el error “era de la familia de la víctima por no haber denunciado” y frente a esta falacia jurídica, la Fiscal dijo que “no es una víctima la que tiene que estarse defendiendo.
Por el contrario, son los hombres –en este caso Raúl Clemente V. V. – quien debía respetar a la víctima, a las hermanas y al amigo”.
Dato jurídico
El artículo 170 del Código Orgánico Integral Penal sanciona el delito de abuso sexual con privación de libertad de tres a cinco años para la persona que “en contra de la voluntad de otra, ejecute sobre ella o la obligue a ejecutar sobre sí misma u otra persona, actos de naturaleza sexual, sin que exista penetración o acceso carnal (…)”.
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