Fiscalía refuta sentencia de Tribunal azuayo que absolvió a un expolicía
Benito Bonilla, de 26 años, recibió un impacto de bala por la espalda la madrugada del 23 de septiembre del 2006. Junto con su familia, asistió a un concierto en la plaza central de la parroquia Daniel Córdova, del cantón Gualaceo, Azuay.
Para resguardar la seguridad del concierto estuvieron designados tres policías. Sin embargo, frente al alboroto del público asistente, los policías repelieron con gas lacrimógeno a la multitud, quien rechazó la medida con intento de agresiones físicas a los agentes.
La reacción de los uniformados fue detonar tiros al aire. Pero el policía acusado, según los testigos de Fiscalía durante la audiencia de juicio desarrollada el 6 y 7 de mayo del 2014, disparó contra la multitud.
En 2006, el hecho fue conocido por un juez policial que dio sobreseimiento a los tres agentes que actuaron aquella madrugada.
En aquel año estaba en vigencia Código de Procedimiento Penal de la Policía, por esta razón, la Fiscalía solicitó casación y no apelación.
Cuando las leyes policiales y militares desaparecieron y entró en vigencia el Código Orgánico de la Función Judicial, este caso pasó a la Corte Superior de Azuay, es decir, a la justicia ordinaria que revocó el sobreseimiento que el juez policial le dio a G.A.A.A.
Por este caso, el policía T.A.J.Ch. también estuvo procesado. El 18 de noviembre del 2010, la Sala Especializada de lo Penal del Azuay dio sobreseimiento provisional y llamó a juicio a G.A.A.A. El acusado permaneció prófugo de la justicia hasta febrero del 2014, cuando fue detenido.
Actualmente, con la decisión del Tribunal, el expolicía está libre.
El caso Bonilla ingresó a la Fiscalía General del Estado de la mano de La Comisión de la Verdad del Ejecutivo, después del anuncio de su cierre formal de actividades en noviembre del 2011.