Fiscalía obtiene sentencia de 16 años por violación a niña en Loja
La fiscal Andrea Cartuche presentó prueba documental y testimonial en contra del sentenciado.
Paltas, 28 de marzo de 2017.- La Fiscalía Provincial de Loja logró justicia en un caso de violación ocurrido en 2004, al obtener una sentencia condenatoria de 16 años de privación de libertad en contra de Euclides C.
En la sentencia emitida por escrito el lunes 27 de marzo, los jueces del Tribunal de Garantías Penales de Loja ordenaron como reparación integral que el sentenciado pague 10.000 dólares a la víctima y que ella reciba tratamiento psicológico en una casa de salud de Loja.
La víctima tenía 10 años cuando ocurrió la agresión sexual, dentro de su vivienda ubicada en el sector San Francisco, del cantón Paltas, el 15 de enero de 2004. El sentenciado se aseguró de que ella estaba sola para luego ingresar y violarla, dijo la fiscal Andrea Cartuche, durante la audiencia de juicio efectuada el 6 y 7 de marzo del 2017.
Luego de los hechos la Fiscalía inició la investigación y formuló cargos en contra Euclides C. en abril del 2004 y consiguió que sea llamado a juicio en septiembre del mismo año, pero el proceso quedó suspendido porque se encontraba prófugo.
La Fiscalía insistió en su ubicación y se logró capturarlo en diciembre del 2016 en el cantón azuayo Camilo Ponce Enríquez.
En la audiencia de juicio la fiscal Cartuche presentó a cinco testigos. Uno de ellos es la perito de la Fiscalía que realizó el examen ginecológico a la niña, poco después de los hechos. En su exposición dijo que la víctima tenía lesiones recientes a causa de la violación y que le contó que fue el sentenciado el que la agredió sexualmente.
También fue llamado como testigo el médico de la casa de salud que atendió a la niña y efectuó un examen general, con lo que se determinó la existencia de lesiones producidas por una agresión sexual.
Otro de los testigos fue el abuelito de la víctima. Él dijo que vivía solo con su nieta en la vivienda, pues ella no tenía padres. Aseveró que su nieta le contó los hechos y poco después el sentenciado fue a buscarlo para pedirle que no lo denuncie.
La versión de un vecino también fue determinante en este caso. Él aseveró que observó varias veces que el sentenciado seguía a la niña y que en una ocasión la arrimó sobre unos palos e intentó tocarla.