El Femicidio es la consumación de la violencia extrema de género
Quito, 18 de noviembre del 2015.- 15 sentencias notificadas en primera instancia por femicidio fueron registradas por la Fiscalía General del Estado (FGE) en el primero año de vigencia del Código Orgánico Integral Penal (COIP).
Este es el inicio de resultados que se reflejan por la inclusión de este tipo penal en la legislación ecuatoriana, impulsada por la administración de Galo Chiriboga Zambrano, fiscal General, y vigente desde el 10 de agosto del 2014.
“Cuando hemos insistido en sancionar crímenes como el Femicidio, hemos recibido críticas de que las penas son muy severas, pero buscamos severidad para que la sociedad proteja y valore la vida de la mujer y que no sea sometida a la agresión que causa la muerte por parte de un hombre. Quien altere ese valor, que es la vida, sufrirá las penas establecidas por la ley”, enfatizó el Fiscal General.
La muerte de las mujeres, por el solo hecho de serlo, o en manos de hombres que alguna vez fueron o son sus parejas sentimentales, es noticia que se replica a diario.
Desde el enfoque informativo, los motivos para cometer este crimen, que parecen a veces justificaciones del hecho, suelen ser que la mujer acabó con la relación o lo traicionó. Sin embargo, no se analiza que el victimario la consideró de su propiedad, por lo tanto con poder ilimitado sobre ella.
El femicidio va más allá del asesinato. Es el resultado de un ciclo de violencia sistemática contra la mujer, es la forma más extrema de la violencia de género.
Implica una relación de poder y el deseo de obtener dominación y control absoluto sobre las víctimas, porque desaparece la mujer-humana para dar paso a la mujer-objeto de un hombre que decidió quitarle la vida.
La violencia de género
Entendemos por violencia de género al cúmulo de conductas agresivas, realizadas de manera consciente e intencional, para generar daño físico y emocional a la víctima, causándole un impacto negativo en su identidad y bienestar social o psicológico.
En la violencia de género nacen delitos contra los derechos a la integridad, a la igualdad y a la vida. Se encuentran tipificados en el COIP.
Los delitos contra la integridad son violencia física, sexual y psicológica, acoso sexual y corrupción a niños, niñas y adolescentes. Los que vulneran el derecho a la igualdad son la discriminación y el delito de odio.
Estos delitos suceden en el ámbito público y privado, pululan en el hogar, en los lugares de trabajo, de estudios, en los sitios de culto religioso, donde las mujeres u otros integrantes del grupo familiar se encuentran en una relación de poder desigual respecto a sus victimarios.
El círculo vicioso de la violencia de género se perpetúa cuando se minimiza, se tolera o se acepta como natural el grito, el insulto, el golpe, las palizas. Con todo este contexto de violencia sobre la víctima.
Fiscalía impulsa la investigación de delitos contra las mujeres
Hasta noviembre del 2015, la Fiscalía General del Estado potenció y especializó la investigación penal en estos delitos. De esta manera los puntos de atención a las usuarias se incrementaron de 48 a 58 Unidades Especializadas de Violencia de Género (UEVG).
Estas Unidades están ubicadas en 13 provincias con mayor incidencia de estos delitos: Loja, Chimborazo, El Oro, Esmeraldas, Guayas, Imbabura, Los Ríos, Manabí, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Sucumbíos, Azuay y Tungurahua (ver infografía).
Mediante Resolución 043 del 22 de junio del 2015, el fiscal General del Estado, Galo Chiriboga Zambrano, dispuso el incremento de fiscalías y la investigación especializada en estos casos de violencia contra las mujeres y otros integrantes del grupo familiares.
En la resolución, Chiriboga Zambrano determinó la adopción del protocolo de ONU Mujeres y pericias que deben realizarse enfocadas a cada uno de estos delitos para que, con la aplicación de estándares de investigación acordes a cada caso, los fiscales indaguen cómo se inició el ciclo de violencia de género y, con base en estas pruebas, sostengan las teorías de las infracciones penales ante los jueces.
La Fiscalía avanza en este proceso con capacitación y especialización, a través de su Escuela de Fiscales, para los agentes fiscales, secretarios y asistentes. El tema que se socializa es ‘Violencia de género: cómo investigar el Femicidio, los delitos contra la integridad sexual de la mujer y su núcleo familiar’. Se lo ha realizado en Quito, Guayaquil, Ibarra y Riobamba y continuará en el ámbito nacional.
Se busca que los fiscales ecuatorianos dejen de lado el sesgo de género durante el desarrollo de sus investigaciones. A su vez identifiquen, en los procesos penales, las expresiones discriminatorias con las que empieza la violencia de género a través del lenguaje, las acciones, patrones culturales, contextos sociales, secuencias y sistematicidad de estos tópicos (micromachismos) que socialmente se han transmitido de generación en generación. Se reflejan en frases recurrentes como aquella de ‘aunque pegue, aunque mate, marido es’ o el célebre ‘los trapos sucios se lavan en casa’.
Dato:
A partir de 1960 comenzó a discutirse la muerte violenta de las mujeres, perpetrada como una forma de asesinato sexista “por el solo hecho de serlo y cuyo origen se asienta en la discriminación de género”, según se define en el Protocolo Latinoamericano de Investigación de las Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género.
Este documento fue elaborado por la Oficina Regional para América Central del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.