La mañana del 19 de noviembre de 2003 se ejecutó un operativo antidelincuencial en una de las farmacias de la cadena Fybeca, en el norte de Guayaquil. Un grupo de 20 policías (10 del GIR y 10 de GEA) –con armas de alto poder– abrió fuego contra personas desarmadas.
Ocho recibieron disparos por la espalda, mientras estaban en el suelo: 6 presuntos asaltantes, un cliente y un empleado de la farmacia. El cliente (que compraba pañales) fue el que más disparos recibió. El trabajador del local fue alcanzado por un disparo en la cabeza y removido de la escena, al igual que los cuerpos de otros tres. Los uniformados se llevaron a tres personas, dos de ellas desaparecidas hasta la actualidad.
En 2004, estos hechos se judicializaron en una Corte Policial, con la teoría de que intervinieron en un asalto en curso. Entonces, bajo trabas e irregularidades –como la siembra de pruebas en la escena del delito–, el grupo policial fue declarado inocente. No se investigaron las desapariciones.
Con base en el Informe Final “Sin Verdad no hay Justicia”, Fiscalía abrió dos procesos –en 2011 y 2016–, bajo el marco judicial de los derechos humanos. Es decir, el caso entró en materia de imprescriptibilidad, debido a que constituye una violación grave a los derechos humanos, porque fue cometido por agentes estatales en contra de civiles.
En 2016, con base en algunas de las pruebas obtenidas en el proceso por ejecución extrajudicial, Fiscalía abrió una investigación previa por plagio, cometido bajo la modalidad de desaparición forzada constitutiva de graves violaciones a los derechos humanos.