El 9 de noviembre de 2018, en el Centro de Rehabilitación Social (CRS) de Turi, en Cuenca, varias privados de libertad, entre ellos, Francisco Carrasco, hicieron reclamos a Juan Carlos A. M. (coordinador del CRS), porque otros internos los extorsionaban.
Más tarde, el Coordinador ordenó hacer una requisa. Cuando Francisco Carrasco salió de su celda, fue arrojado al piso. En presencia y con el consentimiento del Coordinador, el agente penitenciario José Gabriel P. R. saltó sobre la cabeza de la víctima, haciendo uso de la fuerza de forma desproporcionada, lo que le ocasionó fractura maxilar, pérdida de piezas dentales y desviación del tabique, lesiones que lo incapacitaron por 30 días.
Después fue llevado a su celda y castigado sin salida al patio. Desde el 15 al 24 de noviembre de 2018 lo trasladaron a la celda para aislamiento, donde no recibió visitas, atención médica, medicinas ni alimentación.