Sala Penal ratifica condena de 26 de prisión para responsable del femicidio de su pareja
BOLETÍN DE PRENSA FGE Nº 625-DC-2022
Quito (Pichincha), 25 de agosto de 2022.- El argumento de Fiscalía volvió a ser irrefutable: no fue suicidio, fue femicidio. Las pruebas señalan directamente a Sixto Fernando N. V. como autor del delito.
La Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha ratificó la sentencia condenatoria que le impone veintiséis años de privación de libertad.
Fiscalía demostró –por segunda vez– que Emily Juliana, de 19 años, fue víctima de la violencia femicida perpetrada por su pareja quien, a través de su defensa, intentó «disfrazar» nuevamente el crimen con la teoría de un suicidio.
En la audiencia de apelación, el fiscal de Gestión de Audiencias, Rodrigo Naranjo, explicó a los jueces de segunda instancia las pruebas que fueron presentadas en el juzgamiento y que fundamentaron la sentencia condenatoria impuesta al procesado.
Pruebas de Fiscalía
Entre la noche del 6 y la madrugada del 7 de noviembre de 2020, Sixto Fernando N. V. estranguló a su conviviente. Así lo develó Fiscalía, con base en la presentación de prueba técnica, como el testimonio del médico legista.
En su informe, el experto concluyó que se trató de una muerte violenta y precisó que las lesiones en el cuello de la víctima “eran de carácter homicida” y no suicida.
Los agentes que levantaron el informe de inspección ocular técnica indicaron que en dicha diligencia encontraron la bufanda utilizada para cometer el delito contra una mujer que estaba con sus “condiciones motoras reducidas” por la ingesta de alcohol, según el resultado del análisis toxicológico.
Las pericias de entorno social y de autopsia sociológica, explicadas por los testigos peritos, concordaron en que existió una relación de poder entre el agresor y la víctima, un círculo de violencia que terminó en femicidio. A estas conclusiones se suma la valoración psicológica practicada a Sixto Fernando, que lo calificó como una persona celosa e impulsiva.
Sin fundamento probatorio
El joven, de 20 años, en su versión (durante las investigaciones) y en su testimonio (entregado en audiencia de juicio) afirmó que su pareja no lo dejó entrar a la habitación la noche del 6 de noviembre. Entonces se fue a dormir a la casa de su hermana y al día siguiente regresó a su vivienda, acompañado por su cuñado.
Al golpear la puerta del dormitorio no tuvo una respuesta, por lo que forzó la seguridad y encontró muerta a Emily Juliana.
La teoría de caso del procesado, al contrastarse con las pericias técnicas presentadas por Fiscalía, no pudieron sustentar el suicidio. Incluso, los testimonios de los testigos presentados por el procesado confirmaron que la noche anterior hubo una discusión y comprobaron que existieron actos previos de violencia contra la víctima.
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