Los Centros Forenses, un proyecto emblemático de la Fiscalía para la investigación científica del delito
Los CICF cuentan con laboratorios equipados para la investigación científica del delito.
Quito, 2 de noviembre del 2016.- El asesinato de una mujer en Machala, provincia de El Oro, motivó el inicio de una investigación bajo la presunción del delito de femicidio. Era diciembre del 2014, cuando la hallaron sin vida en el interior de su vivienda.
El principal sospechoso fue el exconviviente de la víctima, Víctor T., quien desde su detención alegó que era inocente. No obstante, la Fiscalía encontró restos de piel humana en las uñas de la mujer.
Esos residuos de epidermis eran de Víctor, según el resultado de la pericia practicada en uno de los ocho Centros de Investigación de Ciencias Forenses (CICF). Así que su afirmación quedó sin fundamento por lo que cumple una sentencia de 34 años de privación de libertad.
Un proyecto inédito en Ecuador
Con el objetivo de modernizar la investigación científica penal en el Ecuador, uno de los proyectos emblemáticos de la administración del fiscal General del Estado, Galo Chiriboga Zambrano, fue la edificación y equipamiento de ocho Centros en ciudades consideradas estratégicas.
Manta, Santo Domingo, Ambato, Machala, Loja, Nueva Loja, Esmeraldas y Cuenca fueron las localidades escogidas.
La red de Centros Forenses, cuya inversión fue de 25.9 millones de dólares, también apuntó a eliminar las llamadas morgues, donde el trato a los fallecidos a causa de delitos era inhumano.
Linda Mena, coordinadora de los CICF, explicó que las pericias realizadas en estos centros científicos son pruebas fundamentales para determinar la responsabilidad penal de una persona en un hecho determinado. “Los informes son precisos, tanto así que, hasta ahora, ningún juez ha puesto en duda las pericias científicas”, acotó la especialista.
La red de Centros Forenses está ubicada en ciudades estratégicas.
El trabajo científico
A los Centros Forenses llegan las evidencias físicas, como armas y ropa, o muestras biológicas que pueden ser analizadas para obtener información relevante sobre un hecho y sus posibles implicados. Además se examinan sustancias sujetas a fiscalización, como estupefacientes y explosivos.
También se realizan pericias a los cadáveres de personas que fallecieron por hechos violentos. En estos casos, se analizan los cuerpos para localizar fracturas, proyectiles o elementos extraños; información que servirá para la investigación.
Linda Mena explicó que cada evidencia que ingresa a los laboratorios es registrada mediante fotografías y códigos, con el objetivo de garantizar su autenticidad en el juicio.
Los resultados de las pericias son documentados de forma física y digital para que los fiscales puedan incluirlos en los expedientes y presentarlos como prueba en los proceso judicial.
Así, desde junio del 2013 a julio del 2016, los ocho centros de investigación han emitido 21.130 pericias, correspondientes a investigaciones realizadas en diferentes localidades del país.
Más de 21.000 pericias practicadas en los ocho Centros de Investigación en Ecuador.
Trato digno a cadáveres
Durante años, en el Ecuador se realizaron autopsias sin dar un tratamiento adecuado a los cadáveres, en lugares poco higiénicos y carentes de toda práctica científica y técnica.
Ante esa realidad, el Fiscal General al promover la construcción de los centros Forenses también generó un servicio para la ciudadanía en condiciones dignas. “El cadáver es tratado como un paciente, con todos los cuidados necesarios, a lo que se añade en respeto y buen trato a la familia de la persona fallecida”, recalcó Mena.
Un primer detalle que impresiona al ingresar a cada Centro, es su ambiente limpio, ordenado, con suficiente iluminación natural y sistema de purificación de aire.
Cada edificación cuenta con dos áreas, una de refrigeración y otra de congelamiento y preservación de cadáveres. Las autopsias toma alrededor de tres horas en realizarse, en camas de acero inoxidable equipadas con un sistema de abastecimiento y desfogue de agua, líquidos que reciben un adecuado tratamiento ambiental antes de su desfogue final.
Con esto se cumple uno de los pilares de trabajo de la actual administración que es rescatar la dignidad del ser humano, incluso después de muerto, dar a los familiares un trato adecuado con un servicio gratuito e implementar la investigación científica del delito en el Ecuador.