En apelación, se ratifica sentencia por abuso sexual
BOLETÍN DE PRENSA FGE Nº 344-DC-2023
En apelación, se ratifica sentencia por abuso sexual
Quito (Pichincha), 12 de abril de 2023.- Bryan Fernando G. T. es culpable de haber cometido un abuso sexual contra una niña menor a 6 años. Él deberá permanecer privado de su libertad durante nueve años y cuatro meses, pagar una reparación integral de 1.000 dólares y una multa de 20 salarios básicos unificados.
La sentencia condenatoria fue ratificada por la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, pese a que la defensa, en audiencia de apelación, intentó confundir a los jueces de segunda instancia, afirmando que el testimonio anticipado de la víctima no es creíble, porque no determina exactamente la fecha del delito.
Después, dijo que Fiscalía no dio paso al procedimiento abreviado (aceptar el cometimiento del delito a cambio de la reducción de la pena privativa de libertad).
El fiscal Juan Carlos Zúñiga, refutó estos argumentos y precisó que el testimonio de una víctima en delitos de carácter sexual tiene un alto valor incriminatorio, puesto que son tipos penales que se cometen sin testigos.
En este caso, el relato de la niña es armónico y concordante con el resto de las pruebas actuadas en el juicio. En especial con los testimonios de las peritas psicóloga y ginecóloga, a quienes la víctima describió los detalles de la agresión.
El fiscal también argumentó que las personas que cometen delitos de carácter sexual no pueden acceder a procedimiento abreviado, según el artículo 635, numeral 1, del Código Orgánico Integral.
De esta manera, Fiscalía demostró –nuevamente– que una noche de octubre de 2016, la mujer estaba acostada, abrazando a sus dos hijos frente al televisor, descansando de una ajetreada reunión familiar.
En ese momento sus pequeños –de 7 y 10 años– rompieron en llanto al mismo tiempo. El hermano mayor (+), dijo entre sollozos: “mamá, el Bryan estaba encima de mi ñaña, ha estado abusando de la nena hace años, ella no dijo nada porque la va a matar”.
La pequeña no pudo responder las preguntas de su madre, solo lloraba. Horas después, en la práctica del examen ginecológico, la niña de 7 años le contó a la doctora que su primo, Bryan Fernando G. T., habría cometido el delito cuando ella tenía 5 y 6 años.
En el testimonio anticipado, la niña repitió la misma historia y afirmó que tuvo miedo de contarlo porque constantemente el hombre la amenazaba con hacerle daño a su madre, a su hermano y a ella.
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