El COIP contempla una pena de tres a cinco años de prisión por robos de cuentas bancarias
Quito, 11 de agosto del 2014.- Carmen (nombre protegido) no salía del asombro tras observar el estado de cuenta de su tarjeta de crédito, puesto que debía cancelar 913 dólares por una compra que jamás realizó. En el documento, que le llegó a finales de julio, constaba que ella había adquirido un tour aéreo para asistir al Mundial de Fútbol de Brasil por 900 dólares y un pago adicional por una recarga telefónica por 13 dólares.
La mujer de 30 años, que ahora afronta una situación angustiosa por esas deudas no contraídas, jamás salió del país, ni hizo transacciones comerciales por Internet. Su indignación es evidente porque este hecho causó problemas en su economía familiar.
Según la Unidad de Gestión Procesal de la Fiscalía General del Estado existen 877 casos de delitos informáticos denunciados, entre enero y mayo del 2014.
Cada semana en la Fiscalía de Pichincha recepta entre seis y 10 denuncias sobre delitos informáticos, que consisten en la revelación ilegal de base de datos, su interceptación, la transferencia electrónica de dinero obtenido de forma ilegal, el ataque a la integridad de sistemas informáticos y los accesos no consentidos a un sistema telemático o de telecomunicaciones.
En el caso de ‘Carmen’, si se descubriera a la persona que robó sus datos, esta podría recibir una pena de tres a cinco años de prisión correccional.
Las noticias del delito en estos casos son conocidos por la Unidad de Patrimonio Ciudadano, donde se ofrece asesoría jurídica a los usuarios.
Una vez conocida la denuncia, el caso se asigna a un fiscal y se inicia la investigación de oficio, el primer paso es solicitar información a la entidad financiera. Esta deberá entregar estados de cuentas, informes de ingresos al sistema informático de su institución y, de ser el caso, videos del acceso a los cajeros electrónicos para determinar la identidad del sospechoso o presunto causante del perjuicio.
También se oficia a la Unidad de Delitos Informáticos para que realicen las pericias correspondientes.
Este tipo de ilícitos se cometen a través de transferencias electrónicas, clonación de tarjetas o claves y al momento del realizar pagos en centros comerciales. Sin embargo, hay quienes sospechan que las transferencias ilícitas se realizan con información dentro de la misma institución financiera porque no emiten alertas a correos o su teléfono como se lo realiza en el caso de transferencias licitas.
En el caso de robo por trasferencias electrónicas, el usuario y el banco comparten la responsabilidad, debido a que el usuario debe cuidar su forma de acceder y sus claves personales.
Otro caso fue el de ‘Gerardo’ (nombre protegido), quien colocó una denuncia en noviembre del 2013, por el robo de su clave interbancaria con la que retiraron de su cuenta corriente 1500 dólares americanos. Luego de oficializar la denuncia, procedieron a las investigaciones respectivas y mantener conversaciones con los directivos de la institución bancaria, el proceso fue a un “acuerdo reparatorio” en el que las dos partes asumen la responsabilidad compartida y al usuario le cancelaron la mitad del valor sustraído.
Jorge San Lucas, director de Tecnologías de la Información de la Fiscalía General, manifestó que la seguridad no solo corresponde a la entidad bancaria, también corresponde al ciudadano “hay que tratar de manejar de una manera correcta seria sus claves”.
El Artículo 231 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) habla de la apropiación ilícita utilizando medios informáticos. Entre estos se encuentran la clonación de tarjetas de crédito, retiros de cuentas bancarias, transferencias de cuentas bancarias y estafas electrónicas. Contempla una pena de tres a cinco años de prisión.
Según San Lucas, la interceptación ilegal de datos se refiere ha si alguien diseña, desarrolla, programa o envía mensajes, enlaces o ventanas con los dominios de servicios financieros ilegales a la gente. Esto con la finalidad de extraer información financiera de las víctimas. A este delito informático se lo denomina ‘phishing’.
¿Cómo denunciar?
· Acercarse a denunciar en los Servicios de Atención Ciudadana de la Fiscalía más cercana a su lugar de residencia. En Quito existen siete Unidades de Servicio de Atención al Integral (SAI) donde receptan las denuncias.
En Quito puede denunciar en:
– Fiscalía de Pichincha (calles Roca y Juan León Mera)
– Quitumbe (Centro de Equidad y Justicia de Quitumbe)
– Mena 2 (Sector de La Gatazo, al sur de Quito)
– Tres Manuelas (calles Loja y Venezuela, Centro Histórico de Quito)
– Casa de Justicia (Parque Industrial de Carcelén)
– Tumbaco (edificio Arteson, tercer piso)
– Los Chillos (Centro de Equidad y Justicia del Valle de Los Chillos)
· Rendir su versión de los hechos y estar pendiente del avance de las investigaciones referentes a la indagación previa de su caso, hasta que culmine el proceso en el caso que llegue a realizarse una proceso judicial en firme.
Las recomendaciones
Cada vez son más las personas que prefieren realizar transacciones financieras vía internet. Se concretan en tiempo real, son más rápidas, se evitan las largas colas. Incluso muchas compras tienen un mayor descuento al hacerlas de forma online. Sin embargo, si no tomamos ciertas medidas de seguridad, estas operaciones pueden traer consecuencias lamentables.
La seguridad se basa en tres ámbitos:
El aspecto físico: uso adecuado de las computadoras o dispositivos móviles. No hacerlo en máquinas de acceso público, sino más bien en privadas o personales. “Jamás utilizar cabinas de Internet para hacer transacciones, ni computadoras del trabajo que estén en red”.
El aspecto lógico: tiene como pilar los antivirus y medidas de seguridad que podamos tomar en nuestro encuentro con la web. Tener en casa un antivirus actualizado y si es original, mejor. Si nuestro antivirus está por caducar, no arriesgarnos a hacer operaciones. “Hay que hacer limpiezas constantes a la máquina”.
En cuanto a lo personal, se recomienda ser sumamente cuidadoso con los datos que publicamos en la web. Evitar colocar números de teléfonos, direcciones y fecha de nacimiento en redes sociales. Esos datos son indispensables para los delincuentes.
En cuanto a la clave: que esta no tenga número seguidos, ni fechas de cumpleaños, etc.
En internet: no ingresar a páginas que no brinden seguridad. “Al bajar películas, podemos bajar también virus que captarán nuestros datos”. Si vamos a realizar operaciones en la web de nuestro banco, ingresar a esta desde el buscador y cerciorarnos de que sea la web original. (No acceder desde direcciones que nos llegan al correo).
Asegurar nuestra cuenta: muchos bancos brindan un seguro para los clientes. En caso de robo el seguro cubre la cantidad. Pese a ello algunas entidades pueden reconocer el dinero perdido, pero solo después de verificar que el cliente ha sido víctima de robo.