Con ocho centros forenses, la Fiscalía fortalecerá la investigación científica del delito
Quito, 17 de agosto del 2014.- Tres Centros de Investigación de Ciencias Forenses de la Fiscalía General ya están en funcionamiento desde el 2013. Otros cinco estarán listos a finales del 2014.
Estos centros constituyen un pilar fundamental del Sistema Especializado Integral de Investigaciones, de Medicina Legal y Ciencias Forenses del país.
Con el propósito de lograr un manejo idóneo y homogéneo de este proceso investigativo, la Fiscalía General elaboró el reglamento y los respectivos manuales, protocolos, instructivos y formatos. Esto se hizo en cumplimiento de la Disposición Transitoria Octava del Código Orgánico Integral Penal (COIP), en vigencia desde el domingo 10 de agosto.
Según el fiscal General, Galo Chiriboga Zambrano, uno de los objetivos de estos centros forenses es logra una investigación científica del delito.
A estos centros llegan las evidencias recopiladas sobre casos de violación, personas fallecidas en hechos violentos, sustancias estupefacientes, entre otros. Se analizan evidencias físicas como armas cortopunzantes, ropa y muestras biológicas como fibras, cabellos, sangre, semen, orina y otros.
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Al laboratorio de Biología del Centro Forense de Ambato, por ejemplo, llegó una evidencia: la camiseta de un acusado de violación. Allí, Verónica Cáceres, aplicando el sistema de Visión Espectral, con rayos de luz ultravioleta analizó una vestimenta que dejó ver varias maculaciones de color amarillo. La deducción de la laboratorista es que serían los residuos de semen. Estos resultados estarán entre las pruebas que presentará Fiscalía sobre un caso de delito sexual.
En cambio, en el laboratorio de Química se analizan muestras de sustancias incautadas en operativos. Con un espectrofotómetro rama, uno de los modernos dispositivos electrónicos con que cuentan los centros forenses, se determina que si trata droga y de qué tipo es.
También se puede establecer, por ejemplo, si una persona falleció por consumir alcohol adulterado o si el presunto responsable de un accidente de tránsito estuvo en estado etílico. Para eso se examinan las muestras de sangre u orina, a través de un cromatógrafo de gases, que, al igual los demás equipos, está acoplado a un sistema computarizado.
También se cuenta con una sala de Tanatología. Allí, instalaciones amplias y adecuadas, mesas de acero e instrumental quirúrgico inoxidables, sistema de abastecimiento de agua y succión facilitan un tratamiento técnico y digno de los cadáveres durante las necropsias.
Ángel Herrera, médico legista del Centro Forense de Ambato, asegura que hay cambios radicales. “Antes la autopsia se hacía sobre las bóvedas o una mesa improvisada. Además se usaban un serrucho y martillo de carpintero para abrir la bóveda craneana”. Ahora incluso la sala de Tanatología está equipada con un sistema multimedia para captar imágenes y videos durante la autopsia. Además de registrar, permite ubicar y captar lesiones. Antes este procedimiento se hacía con dibujos.
El Fiscal General insistió en que estos análisis científicos hechos por especialistas acreditados y con equipos de alta tecnología son pruebas irrefutables y que evitan las especulaciones en los procesos penales.