Fiscalía logró sentencia de 35 años para acusado de doble asesinato

Guayaquil, 4 de septiembre del 2015.- El Tribunal Segundo de Garantías Penales del Guayas sentenció a 35 años de reclusión mayor especial a Ricardo Z., quien fue declarado culpable de los asesinatos de Iván Montecel  y de Marjorie Gavilanes, ocurridos el 07 de agosto de 2010, en las calles 37 y Bolivia, al suroeste de Guayaquil.

La audiencia de juzgamiento se realizó el pasado 14 de agosto  y la sentencia fue notificada a las partes procesales, la tarde del 3 de septiembre.

En la motivación y análisis de la sentencia, los jueces consideraron como agravantes del delito de asesinato, el ensañamiento y la alevosía con la que actuó el ahora sentenciado.

Además de la concurrencia de infracciones, contemplada en el artículo 81 del Código Penal, el cual señala que cuando ocurran varios delitos reprimidos con reclusión mayor especial (dos muertes), se acumularán las penas por un máximo de 35 años.

El fiscal Julio Vacacela relató que el hecho ocurrió cuando Iván Montecel se encontraba con varios amigos en un velorio de un vecino del barrio, e intempestivamente llegó al lugar el sentenciado, junto con otras dos personas, identificadas como alias “Palito” y “Cabroncito”.

Los visitantes observaron la presencia de Montecel, quien intentó huir del lugar, pero fue alcanzado por varios disparos. En el suelo, fue rematado con varios tiros más. Hubo tal  saña, indicó el fiscal en la audiencia, que estando el cadáver en el suelo, fue pateado e insultado por sus agresores.

En su huida, los agresores realizaron disparos al aire para evitar ser perseguidos y uno de esos tiros impactó a la otra víctima. Las dos personas fueron llevadas al hospital del suburbio de Guayaquil, pero allí solo comprobaron sus muertes.

En el lugar de los hechos quedaron 8 vainas y una bala deformada, que fueron recogidas por los agentes de Criminalística. Finalmente los autores de los disparos escaparon, pero el 26 de agosto de 2013,  fue detenido el principal implicado en el hecho.

El ahora sentenciado portaba documentos de identificación adulterados, una cédula con la foto de él pero con los nombres de otra persona, por lo que en su contra pesa además una sentencia por el delito de uso doloso de documento público.

Según conclusiones de los agentes investigadores y a decir de los testimonios de allegados,  Iván Montecel y un familiar del sentenciado, tuvieron un  altercado cuando estuvieron privados de la libertad en la Penitenciaría del Litoral y de ahí surgió una rencilla. La víctima también registraba varias detenciones.

En audiencia de juicio, la Fiscalía logró probar la materialidad de la infracción y la responsabilidad del acusado Ricardo Z. Presentó como elementos probatorios, una docena de testigos, entre familiares de las víctimas y policías investigadores; así como los informes de inspección ocular técnica,  análisis balístico, el parte de aprehensión y los protocolos de autopsias.