Testimonio de 13 testigos avalan la teoría de la Fiscalía en caso “Las Dolores”

Quito, 21 de octubre del 2014.- Como “importante para la Fiscalía” calificó Galo Chiriboga Zambrano, fiscal General del Estado,  el aporte testimonial de 13 testigos que intervinieron durante el primer día de juicio del caso ‘Las Dolores’.

Con estos testimonios se mantiene la teoría de la Fiscalía expuesta ante el Tribunal Penal conformado por los jueces Wilson Merino, Paúl Íñiguez y Richard Villagómez en la Corte Nacional de Justicia.

Chiriboga Zambrano  acusa a 11 personas  por asesinato, bajo la modalidad de ejecución extrajudicial, constitutiva en una grave violación a los derechos humanos, por la muerte de ocho personas (y la desaparición de cuatro más), en el marco de un operativo policial ejecutado el 19 de noviembre del 2003 en la farmacia “Fybeca”, de la ciudadela La Alborada, situada al norte de Guayaquil.

Presuntamente, el operativo policial, dirigido por el entonces mayor Eduardo G., tenía como objetivo la detención de uno de los más buscados alias “El Marino” que habría estado en la ciudadela Las Orquídeas, pero desviaron su objetivo hacia la farmacia, para detener un supuesto asalto en progreso, es decir, un delito flagrante.

Sin embargo y según los testimonios entregados en el primer día de audiencia, durante el operativo el grupo policial no actuó para detener un delito flagrante, ya que ninguno de los testigos escuchó un ¡Alto Policía! o ¡Abajo Granada!.

“Los testigos hacen referencia a que solo escucharon la palabra “Policía”, pero no recuerdan algún  signo de que actuaron bajo un debido  procedimiento policial”, manifestó Silvia Juma, fiscal investigadora del caso.

Otros testimonios que sustentan la teoría del caso de la Fiscalía es el de los testigos que en aquella época fueron altos mandos policiales. Ellos explicaron que si un policía está encargado de un operativo que estuvo bajo investigación y planificación previa, al encontrarse con un delito flagrante debe reportar a la central de radio patrulla y continuar con su objetivo.

Juma también se refirió al testimonio de una testigo presencial, que dijo a través de videoconferencia, que al escuchar el tiroteo en la farmacia  vio a personas con vida y sometidas por la Policía en el piso para ejecutarlos extrajudicialmente, como sustenta la Fiscalía

En este sentido, Juan Pablo Albán, abogado particular de Dolores Vélez y Dolores Briones, manifestó que si las víctimas estaban vivas al momento que fueron sometidas, no había razón para usar fuerza letal.

“Los testigos aclararon que a pretexto de cumplir órdenes no se puede atentar contra los derechos de las personas porque es orden ilegítima”, dijo Albán.

También se demostró la irregularidad del traslado desde Esmeraldas hacia Guayaquil del mayor de Policía Eduardo G., supuestamente para investigar amenazas realizadas al ahora alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.

“Un pase o traslado debe estar por escrito y la unidad de élite a la que esté asignado para cumplir una tarea específica no puede desviarse de su curso”, dijo Albán al referirse al testimonio de los testigos que fueron altos mandos de la Policía en aquel entonces.

Es pertinente recordar que el alcalde Nebot al entregar su testimonio, dijo que en los 30 años de función pública, no solicitó la intervención policial ni denunció supuestos atentados en su contra.

Tampoco se contactó con algún policía para informar respecto a un posible atentado, menos con Eduardo G., mayor de Policía en 2003, que conformó y dirigió el equipo policial que intervino en el operativo en Fybeca.

Hasta las 10h30 de este segundo día de audiencia han entregado sus testimonios 14 testigos de la Fiscalía.