30S, un conjunto de hechos con un solo objetivo

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Quito, 20 de septiembre del 2014.- Juan Pablo Bolaños falleció a causa de una hemorragia aguda interna por daños en la tráquea, pulmón e hígado. El joven universitario recibió dos impactos de proyectiles, mientras participaba en la marcha en apoyo al régimen democrático, la noche del 30 de septiembre del 2010 (30S).
 
Las investigaciones de Fiscalía sobre este hecho que ocurrió en la avenida Mariana de Jesús, norte de Quito, evidenciaron que el teniente de Policía, Francisco Guzmán, fue el responsable de esos disparos.
 
Con esas pruebas, el I Tribunal de Garantías Penales de Pichincha lo sentenció a seis años de reclusión mayor ordinaria por homicidio simple. Además dispuso el pago de una indemnización de 30.000 dólares a la familia de Bolaños.
 
Así como Guzmán, otras 108 personas fueron sentenciadas, mediante 22 fallos, hasta el 19 de septiembre del 2014 por los hechos ocurridos el 30S. Además, 54 causas están activas.
 
Para alcanzar estos resultados, la Fiscalía emprendió una serie de acciones. Entre las más importantes están las asistencias penales internacionales con Colombia y Perú. Con esta cooperación se analizaron evidencias que permiten sustentar diferentes procesos.
 
Con este trabajo se obtuvieron suficientes elementos de convicción como pericias, videos y fotografías captados durante el día de la revuelta policial en Quito y en otras ciudades.
 
Asimismo se recopilaron 29 partes policiales e informes de la Inspectoría General de la Policía Nacional, versiones y evidencias como restos de proyectiles obtenidos, por ejemplo, tras la  exhumación del cadáver del soldado Jacinto Cortez, en Santo Domingo de los Tsáchilas.
 
En el caso por la muerte de Juan Pablo Bolaños, por ejemplo, se hicieron el cotejamiento y análisis microscópicos de las dos balas extraídas del cuerpo de la víctima. También se hicieron pericias sobre el arma de dotación de Guzmán.
 
Luego se hicieron las pericias para determinar el arma con la que se hicieron los disparos. Seis peritos de Criminalística, por unanimidad, concluyeron que se trataba de una de las armas que se entregan a los policías para operativos especiales.
 
 
Fotos: Cortesía El Telégrafo.