Fiscalía brinda asistencia integral a las víctimas de violación

Guayaquil, 29 de mayo de 2015.- Durante el año pasado, la Fiscalía del Guayas logró que se emitan sentencias condenatorias en 95 casos por violación. Además, receptó 332 denuncias por este mismo delito, uno de los de mayor incidencia en esta provincia.

Entre enero y abril del 2015, Fiscalía recibió alrededor de 200 denuncias por violación y sumó otras 32 resoluciones judiciales en contra de los acusados. Así lo revelan las estadísticas del Departamento de Gestión Procesal de la Fiscalía General.

En la Unidad de Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar del Guayas, que funciona en el tercer piso del edificio La Merced, en Guayaquil, se reciben a diario denuncias por este tipo de agresión sexual.

De allí que esta Unidad tiene como finalidad proteger la integridad de la mujer y de los integrantes de la familia cuando son víctimas de agresión física, sexual y psicológica.

Según Miriam Moncayo, una de las cinco fiscales que atienden en esta Unidad, cuando una persona que ha sufrido una violación acude por ayuda, lo primero que hace la Fiscalía es darle asistencia psicológica.

Además se realiza una pericia ginecológica para recoger fluidos corporales si la violación fue reciente y así obtener el perfil genético (ADN) del agresor, mediante una prueba de laboratorio.

Cuando el caso de violación no es reciente la investigación toma más tiempo, explica la Fiscal. Esto porque no se cuenta con fluidos para obtener el perfil del presunto agresor.

Sin embargo, se buscan otros indicios o versiones para lograr una sentencia condenatoria.

Según Rosa Vera, coordinadora de la Unidad de Atención de Peritaje Integral (UAPI) de la Fiscalía en Guayas, este examen ginecológico también determina si hubo alteraciones en el organismo de la víctima.

En este aspecto, entre el 1 de enero y el 30 de abril del 2015, el Departamento Médico Legal hizo 576 reconocimientos médicos a víctimas de agresiones sexuales.

El proceso investigativo de los casos

A las pericias psicológicas y médicas, se unen reconocimientos del lugar donde las víctimas fueron abusadas. Esta pericia se debe realizar máximo en 48 horas, para no perder evidencias como preservativos, prendas de vestir u otras pertenencias.

Además es indispensable la versión de la víctima, porque para la Fiscalía y jueces es una de las pruebas más importantes, dice la fiscal Moncayo. Por ello, se efectúa el examen psicológico para establecer si la agredida presenta afecciones emocionales, ocasionadas a consecuencia de la violación.

Para evitar la revictimización, ese relato es receptado y grabado en audio y video en la Cámara de Gesell (un sistema que ayuda a evitar un contacto entre la víctima con su agresor). Este testimonio urgente y anticipado es presentado en la audiencia de juicio ante los jueces.

Los relatos recabados con este sistema se los recepta en una sola ocasión y únicamente por solicitud del fiscal que investiga el caso y previa autorización de un juez de Garantías Penales. Una vez programado el día y la hora, las partes procesales de un caso son convocadas para que presencien la diligencia.

Estas son las funciones básicas de la Unidad, indicó la fiscal Moncayo, quien agregó que los testimonios de los peritos, junto con sus informes, testimonio de los testigos, denunciantes y agentes que elaboran los partes policiales son los elementos de prueba en los juicios.

Para denunciar en Fiscalía

La víctima de este tipo de delito o cualquier persona allegada a la afectada deben denunciar el hecho en el Servicio de Atención Integral (SAI) de la Fiscalía.

Esta Unidad se encuentra en la planta baja del edificio La Merced, en las calles V. M. Rendón y Córdova, en el centro de Guayaquil. También puede hacerlo en la Unidad de Delitos Flagrantes de la Fiscalía, que funciona en las instalaciones del cuartel Modelo, en la avenida De las Américas.

La Fiscalía solo pide como requisito la presentación de la cédula de ciudadanía, pues no requiere de abogado particular y el trámite es totalmente gratuito.

Un ejemplo del servicio integral que brinda la Fiscalía es que tras la presentación de la denuncia, la víctima es inmediatamente derivada a la UAPI. Allí es atendida en forma oportuna y prioritaria por médicos legistas, psicólogos y trabajadoras sociales.

Johnny Mero, psicólogo de la UAPI, advierte que muchas veces las niñas y niños agredidos son llevados a dispensarios médicos por otro tipo de señales. Por ejemplo dolores abdominales e infecciones en sus partes íntimas (irritaciones, inflamaciones de sus partes, entre otros). “Cuando se presentan casos de estos tipos, los padres o responsables de los menores muchas veces ignoran la situación o no dicen realmente lo que les ha sucedido”.

Sin embargo, la agresión se revela cuando el médico hace chequeos más específicos y observa signos específicos de alerta o el mismo infante demuestra un miedo excesivo a ser examinado.

Como parámetro general, según los especialistas, los abusadores sexuales de niñas y niños suelen ser cercanos a ellos dentro del círculo familiar o entorno educativo. Además, hay la influencia de diversos factores o condiciones sociales.

Víctor Tomalá, médico legista de la UAPI, dice que todo tipo de violencia afecta, pero en este caso la violación en niñas y niños, si no son tratados a tiempo –y de la forma adecuada– pueden dejar secuelas imborrables. El efecto se puede mantener a lo largo de sus vidas.

“Siempre quedan traumas psicológicos que pueden variar. Incluso, las manifestaciones psicológicas pueden servirnos de guía para encontrar que un niño está siendo abusado”, dijo el psicólogo Jhonny Mero.

Dos casos con sentencia condenatoria

Por una violación masiva

Uno de los últimos casos de conmoción que la Fiscalía logró resolver con una sentencia condenatoria es sobre una violación masiva que ocurrió el 23 de enero del 2014. Tras la audiencia de juicio, el 22 de mayo de 2015, el Tribunal Décimo Segundo de Garantías Penales del Guayas sentenció a 6 acusados de violar a una ciudadana.

La fiscal Gina Jácome investigó este caso y presentó en la audiencia de juicio los elementos probatorios contra Johnny S., Carlos C., Eddy R., Jimmy A. y Roberto A., a quienes acusó como autores. Mientras que a Segundo O., como cómplice.

Según la fiscal, el hecho se dio cerca de la urbanización Puerto Azul, en la vía a la Costa, cuando la víctima fue sorprendida por dos hombres armados, quienes la maniataron y cubrieron sus ojos para luego llevarla a un inmueble en la isla Trinitaria, en la vía Perimetral.

En ese sitio la tuvieron por cerca de 18 horas y junto con otros tres la violaron. Al día siguiente día, los ahora sentenciados movilizaron a la víctima del sitio donde la tenían y la dejaron cerca al Puerto Marítimo, en el sur de Guayaquil.

25 años de prisión por violar a su hija

David F. fue acusado por la Fiscalía de violar a su hija de 14 años. Él fue juzgado el 6 de mayo del 2015 por el Noveno Tribunal de Garantías Penales del Guayas.

Según la fiscal Gina Jácome, la adolescente fue ultrajada por su padre. La menor había crecido junto a sus abuelos maternos y se fue a vivir con su papá, luego de que este regresara del extranjero.

Sin embargo, a los 6 meses de convivencia en Guayaquil, el ahora sentenciado empezó a abusar de la joven hasta que fue denunciado a las autoridades. Al final del proceso y con base en las pruebas presentadas por la Fiscalía, David F. fue sentenciado a 25 años de privación de libertad.

Dato:

En el Código Orgánico Integral Penal (COIP), en su sección de Delitos contra la integridad sexual y reproductiva (artículo 164 al 175), establece penas privativas de libertad de hasta 25 años.