Fiscalía logra sentencia de 26 años en primer caso de femicidio en Azuay

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 Los fiscales Elizabeth Balarezo y Alberto Machuca presentaron la teoría del caso y las pruebas en la audiencia de juicio.

Cuenca, 15 de febrero del 2017.- Con 43 testigos y 55 pruebas documentales la Fiscalía consiguió que Darwin B. sea sentenciado a 26 años de privación de libertad por el femicidio de su conviviente Ruth Castro.

 

Los jueces del Tribunal de Garantías Penales del Azuay dieron a conocer el fallo al término de la audiencia de juicio, desarrollada entre el 2 y 15 de febrero del 2017, en el Complejo Judicial de Cuenca.

Los fiscales Elizabeth Balarezo y Alberto Machuca participaron en la audiencia de juicio y comprobaron las circunstancias en que ocurrió el crimen y la responsabilidad del sentenciado.

Según la teoría del caso, la víctima, su pareja y otras dos personas habrían discutido por una supuesta infidelidad la tarde del 24 de mayo del 2016. Minutos más tarde el sentenciado llevó a la mujer hasta el domicilio con la amenaza de que “en la casa yo sé cómo te hago declarar”.

Dentro de la vivienda, ubicada en el cantón Chordeleg, provincia del Azuay, el sentenciado agredió físicamente a la víctima. Luego la llevó en su vehículo, donde la asfixio y lanzó su cuerpo al río, el cual fue encontrado 10 días más tarde, flotando en las aguas del río Paute, sector Certag, cantón Gualaceo.

La Fiscalía presentó los testimonios de la mamá y la hermana de la joven, quienes señalaron que Darwin B. agredía constantemente a su pareja, la celaba, la violaba, intentaba ahorcarle y hasta le amenazaba con matarle.

Aseguraron que luego de la desaparición de la víctima el sentenciado quería vender desesperadamente su local comercial y no ayudó en las labores de búsqueda. El día en que el cuerpo fue encontrado Darwin B. huyó al cantón Naranjal, en Guayas, donde fue detenido.

Entre los testigos, también estuvieron vecinos y amigos de la pareja que aseveraron que el día de los hechos la víctima pedía auxilio dentro de la vivienda y horas más tarde, en la madrugada, escucharon salir al carro de Darwin B. Ellos también testificaron que la joven era agredida por su conviviente.

Un médico legista de la Fiscalía que realizó la exhumación del cadáver y segunda autopsia aseveró que la víctima murió por asfixia causada por estrangulamiento, que tenía lesiones en su cuerpo y un trauma en el tórax. Además dijo que fue lanzada al río después de su muerte.

Esto fue corroborado por un experto en histopatología, quien además dijo que ni en los pulmones ni en las vías respiratorias había agua ni cuerpos extraños, con lo que se descartó que la causa de la muerte sea por ahogamiento.

Con la necropsia psicológica la Fiscalía evidenció el círculo de violencia que sufría la víctima, que ella tenía un proyecto de vida con su hija de 4 años y que no tenía actitudes impulsivas que la llevaran al suicidio.

La jueza ponente Carmita Campoverde indicó que la Fiscalía comprobó que la joven sufría agresiones fisicas y psicológicas y que quería terminar la relación con su conviviente, pero no podía por dependencia económica.

El femicidio es tipificado y sancionado en el artículo 141 del Código Orgánico Integral Penal con privación de libertad de 22 a 26 años.